Charly y la dictadura: La lucha en sus letras

En un nuevo aniversario de la Guerra de Malvinas, una revisión de la historia de Charly durante los años en que el arte era manipulado, modificado y censurado.
Charly y la dictadura
Foto portada: Revista Rolling Stone Argentina.

Si miramos en detalle el desarrollo de nuestro rock, lo que vemos es que se da en años de dictadura, con pequeños momentos de democracia a medias (nunca olvidar que durante 18 años el peronismo estuvo proscripto). Durante los 60, entre las dictaduras de Aramburu y Onganía, comienza la historia. Hubo apenas 5 años de democracia si sumamos los gobiernos de Frondizi (May 1958-Mar 1962) e Illia (Oct 1963-Jun 1966). Y es importante destacar porque durante todos estos años, la censura en el arte era algo cotidiano. Todos los artistas sufrieron de censura en algún momento de su carrera y hasta algunos tuvieron que exiliarse por ser perseguidos. La llegada de Elvis en primer lugar, y luego The Beatles y toda la escena inglesa, propiciaron el desarrollo de artistas que tomaban los nuevos sonidos y le daban una vuelta de rosca que terminaría por definir su impronta.

Quienes abrieron las puertas fueron Los Gatos, Almendra y Manal. Sus discos fueron la semilla y la influencia de la segunda camada de artistas que se desarrollarían en los 70. Y podríamos decir que 1970 fue el año quiebre; los Beatles se separaban y acá sucedía lo mismo con Almendra y con Manal poco tiempo después. Esta segunda camada comprende a las bandas que se desprenden de Almendra (Aquelarre, Color Humano, Pescado Rabioso) y Billy Bond y La Pesada, Arco Iris, León Gieco y Sui Generis, entre otros.

Si durante los gobiernos de Levingston o Lanusse canciones como “Me gusta ese tajo” de Pescado Rabioso estaban censuradas, la gema de Sui Generis, “Botas Locas”, tendría la misma suerte. De hecho, cuando la tocaron en Uruguay terminaron en cana.

La última dictadura militar comenzó el 24 de marzo de 1976, derrocando el gobierno de Isabel Perón, cuando faltaban apenas 7 meses para las elecciones. El denominado “Proceso de Reorganización Nacional” llevado a cabo por la Junta Militar, sería el período más oscuro de nuestra historia. El gobierno de facto, en primer lugar presidido por Jorge Rafael Videla, llevaría a cabo acciones ilegales y de manera clandestina, torturaba y desaparecía a gente en diferentes puntos del país, convertidos en campos de concentración.

Es sabido a partir de los juicios a las juntas, que la comunicación y toda la información eran manipuladas para esconder lo que se iba haciendo. Y en la rama artística, la censura se extremó por esos años. Si durante los gobiernos de Levingston o Lanusse canciones como “Me gusta ese tajo” de Pescado Rabioso estaban censuradas, la gema de Sui Generis, “Botas Locas”, tendría la misma suerte. De hecho, cuando la tocaron en Uruguay terminaron en cana.

Es curioso ver cómo a medida que se suceden los años y pasamos del gobierno de Isabel Perón con el accionar de la Triple A de López Rega a la dictadura del 76, las letras de Charly se empiezan a sofisticar, desarrollando un equilibrio particular entre lo volado y lo terrenal en sus discos solistas.
Creado en 1972 durante la presidencia de Lanusse, el COMFER (Comité Federal de Radiodifusión) era el organismo por el cual el gobierno trataba de controlar las ideas, incidiendo y limitando los consumos de la población.

Con el correr de los años y la pérdida paulatina de poder, las manifestaciones populares se volvieron moneda corriente y las expresiones artísticas más explícitas. Pero en un primer momento, el organismo gozaba de mucho control. Tal es así que para cuando Sui Generis está presto para lanzar “Instituciones” (1974), todo su contenido fue revisado. Tal era el control y la presión que ejercían que en este caso, a la modificación en varias de sus letras y el nombre del disco, lograron eliminar dos canciones del disco (“Juan Represión” y “Botas Locas”).
Mientras la primera habla lisa y llanamente de un policía y cómo sus crímenes harán a su locura, “Botas Locas” lleva con cierto humor las visiones de la colimba.

Yo formé parte de un ejército loco
Tenía 20 años y el pelo muy corto
Pero mi amigo hubo una confusión
Porque para ellos el loco era yo

Una vez separado Sui Generis, García se embarca en La Máquina de Hacer Pájaros y ahí empieza a darse la sofisticación antes mencionada. Desde la tapa de “Películas” con el cartel de “trama macabra”, podemos entender dónde estamos parados. También hay un escape en “el grito milenario del río de la plata” (Hipercandombe) y sus “déjenme en paz, no quiero más”.

La famosa tapa de “La Grasa de las Capitales” (1979) a modo de tabloide refiere y responde a las críticas que habían recibido por su primer disco. También es un disco marcado por la censura, ya que “Viernes 3AM” no sonaba en las radios por su “incitación al suicidio”.


Cerrando el ciclo de La Máquina en 1977 con el irónicamente nombrado “Festival del Amor”, Charly forma Serú Girán al poco tiempo. Y acá es donde la esa sofisticación explota. El humor siempre latente se combina con la genialidad y logran respuestas increíbles, un rasgo de la personalidad de la banda y de Charly. La famosa tapa de “La Grasa de las Capitales” (1979) a modo de tabloide refiere y responde a las críticas que habían recibido por su primer disco. También es un disco marcado por la censura, ya que “Viernes 3AM” no sonaba en las radios por su “incitación al suicidio”.

Tapa de Seru Giran, disco "La Grasa de las Capitales".
Nota: Charly y la dictadura.
Tapa de «La Grasa de las Capitales».

Si nos adentramos en “Bicicleta” (1980), acá las críticas hacia la dictadura se vuelven más elaboradas. Haciendo una comparativa de “Botas Locas” con “Canción de Alicia…”, hay una perfección o transformación de la metáfora y una manera de encriptar su crítica/enojo ante la censura y la oscura realidad que atravesaba. Es a través de este recurso que puede hacer mención a ciertos actores políticos de esos años como Lopez Rega (“El brujo”), Illia (“la tortuga”) u Onganía (“la morsa”, tal su apodo) así como a situaciones que vivían los secuestrados que liberaban y no podían hablar de lo visto en los centros clandestinos de detención.

“No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó
Ya no hay morsas, ni tortugas.
Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
juegan cricket bajo la luna”

“No cuentes qué hay detrás de aquel espejo, no tendrás poder
Ni abogados, ni testigos
Enciende los candiles que los brujos piensan en volver
A nublarnos el camino”

Ya para cuando lanzaron “Peperina” (1981), la dictadura había intentado realizar un acercamiento con la juventud a través de reuniones con diferentes artistas y la censura iría aflojándose de a poco, en pos de una jugada nacionalista para generar identificación. Para cuando se dio la guerra de Malvinas, la censura de toda la música británica le dio un espacio al rock nacional que hizo imposible que las críticas a los militares no se oyeran.

Si miramos lo sucedido con el “Festival de la Solidaridad Latinoamericana”, realizado el 16 de Mayo del 82 durante plena guerra, 60.000 personas se reunieron por los soldados de Malvinas. La entrada (alimentos no perecederos, chocolate, frazadas o cigarrillos) era una donación que como toda  ayuda humanitaria y monetaria (recordar el programa “Las 24 horas de las Malvinas” que recolectaba dinero para “ayudar” y financiar la guerra) nunca llegaría a sus destinatarios.
Como diría Raul Porchetto muchos años después al ser consultado por su participación e interpretación de “Algo de Paz”, “Cuando supimos que nada de lo recaudado llegó a Malvinas no nos sorprendimos, si se habían quedado con tantas vidas. ¿Cómo no iban a quedarse con los chocolates?”. Charly, también consultado sobre su participación, diría: “A mí no me copaba ni medio ir a ese festival. Pero es como cuando tenés un amigo enfermo: aunque no te guste el hospital tenés que ir. Porque pese a todo el bullshit, los pibes que estaban peleando eran reales y bien podría haber sido uno mismo Estar en ese festival era una forma de hacerles el aguante a ellos y no a los milicos. Había que estar.”

García, solista a esta altura, se pondría más filoso con las letras (“No Bombardeen Buenos Aires”, “Los Dinosaurios”), conceptos y puestas de escena inclusive. Sin ir más lejos, la presentación de “Yendo de la cama al living” en Ferro tenía como puesta en escena una ciudad que era destruida por misiles.
Charly fue uno de los artistas que no detuvo su andar nunca. No había razzia en shows que lo detuvieran o a su público. Las censuras sufridas lo incitaban a continuar. El mismo en una entrevista de 2022 con Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo, decía que “durante la dictadura no tuve miedo, porque era invisible. Los engañaba mucho”.

Próximos shows de Cinema Verité

noviembre 2025
Nov 29 2025

Pilar

Sangre Negra Resto Bar
diciembre 2025
Dic 13 2025

San Isidro

Centro Cultural San Isidro
¡No hay eventos!
Facebook
WhatsApp
Twitter
Email
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *