Charly García es Charly García. Buen resumen que parece decir nada. Entonces, ¿quién o qué es Charly García? ¿por qué tantos ríos de tinta, tanta bibliografía, tanto análisis sobre algo tan evidente? ¿Persona, personaje, personalidad? Estas tres definiciones se entremezclan en las páginas de la Real Academia Española pero, aun así, se puede diferenciar a la persona como un individuo de la raza humana y al personaje como una persona de distinción en la vida pública (podemos añadir una segunda acepción, más teatral, en la que los personajes son roles sociales, máscaras interpretativas). La personalidad, en tanto, sería el conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas, o sea, nuestra forma de ser. ¿Cuántos Charly García hay? A priori, uno solo: individuo único de características físicas propias, personaje reconocible distinguido en la escena pública nacional, de personalidades múltiples según cada, tiempo, espacio y entorno ameritan. Igualito igualito a cada uno de nosotros.
Esta introducción pseudofilosófica que intento desarrollar tiene el único fin práctico de introducir una selección de obras centradas en la figura de Charly García. Carlitos, Charlie, Charly, Mr.Say No More, “el bicolor”. Hijo, padre, novio, amigo, hermano, músico, jefe, empleado (como Dios), rockstar, celebritie; incluso, ha recibido de Fito Páez el rol de chamán (ya volveremos sobre esto en breve). Polisémico en sus letras, polirrítmico en sus melodías. Tomando un poco la teoría kantiana, Charly García es un fenómeno (y aquí, otra vez, valdrían sus múltiples acepciones), es decir, lo que se aparece. Se convierte en objeto de un sujeto de conocimiento, es decir, Charly es un ente sometido a la estructura de las facultades cognoscitivas de quien lo analiza. Esta es, por tanto, la respuesta: podría haber tantos Charly García como sujetos de conocimiento, quienes observan o analizan al fenómeno conforme a experiencias personales de vinculación con el mismo en tiempos y espacios determinados. Esta selección de 8 libros sobre Charly García abarca acercamientos diferentes sobre él; por el vínculo que cada unx de estxs autorxs establece con García se abordan análisis que pueden mostrar diferentes facetas de su personalidad o ejemplificar cómo y por qué toma el lugar de personaje de relevancia para cada unx de ellxs y de nosotrxs. No son lecturas canónicas (aunque la palabra beatificación podría conducirnos a un hermoso juego de palabras con el ritmo, o beat, y más allá, incluso, con The Beatles, y ahí pienso que sí) sino más bien de interés general sobre un tema concreto que, me atrevo a decir aquí, es de gigantesca influencia en más de una vida.

#8: Charly Queer
Facundo Soto (Editorial Chirimbote, 2022)
El autor pretende mostrar un aspecto del universo García poco trabajado, centrándose en el material con enfoque de género para mostrarnos que Charly, siempre adelantado, fue un defensor de las libertades, primero propias y luego ajenas, al reconfigurarnos el trip mental social en nuevas frecuencias. Ambiguo en sus declaraciones, polémico en los momentos que la sociedad más precisaba del debate, inteligente al re mango, siempre estuvo seguro de su libertad para ser y decir. Al tratar la sexualidad abiertamente se le convierte en un ícono LGTBQ+, bandera de estos grupos, dice Soto. Agrega también que fue libre para romper la voz sobre todos los tabúes: droga, tratamiento psiquiátrico o la locura, los derechos humanos, su vínculo con las mujeres y el de estas en el ámbito rock, o el “cirqueo” en los recitales.

#7: Asesínenme
María Rosa Yorio (Planeta, 2019)
¿Habla realmente este libro sobre el rock y el feminismo en los setenta? más allá del ego (¿demasiado?) de quien escribe este libro, ciertas anécdotas nos acercan más a un ídolo con pies de barro, más mortal que semidiós. Acá está pintado un García más humano y despojado de las fauces artísticas. Leerlo desmitifica, y está bien.
La pregunta obvia y general es, ¿le resta valor a la obra artística la humanidad individual del artista que crea? Son debates que siempre se están dando.

#6: Charly presidente
J.B. Duizeide (Sudestada editorial, 2019)
Una real y verdadera groucheada. Ya en el año 1991 Jesús Quintero le pedía a García las primeras cinco medidas como hipotético presidente. En los últimos tiempos del menemato y en las cercanías de las siguientes elecciones, la revista La García lanzó la Lista 9, el partido Say No More; pero Charly siempre respondió lo mismo: más que presidente sería rey. Sobre estas bases, Duizeide establece un análisis lúdico donde la obra y el transitar de García, así como este análisis, se tiñen de un marxismo bien entendido. Su vínculo con el poder (el poder en sí), su interpretación del Himno, sus visitas a la Quinta de Olivos y la Rosada en diferentes gobiernos, su posicionamiento político, su opinión sobre las instituciones son temas abordados en este imaginario. Tanto la obra como el personaje en sí, vale recordarlo, tienen poco de Karl y mucho de Groucho. ¿Menem no era peronista igual que ustedes? Yo soy rockero igual que (Mick) Jagger.


#5: Esta noche toca Charly I y II
Roque Di Pietro (Gourmet Musical Ediciones, 2017 y 2021)
Alguna vez dijo Sabina que jamás había visto a alguien pasar tanto tiempo tocando música como a García. Este es un trabajo doble, laaaaaaaaargo, de revisión y recopilación donde es probable que falten noches por contar pero no por eso resta verdad a las palabras del de Úbeda. Una biografía musical apoyada por data formal y el acceso a grabaciones no oficiales y piratas de gente random que, involuntariamente, construyeron una cartografía de lugares y fechas donde Charly estuvo presente. El primer tomo abarca desde sus años de conservatorio (e incluye el repertorio total de sus interpretaciones en vivo de esa época) hasta el recital de Ferro en 1993, donde el autor señala se da un quiebre en la carrera de García, en el que abandona no solo los métodos tradicionales de grabar e interpretar en vivo su música, sino también su manera de vincularse con el mundo circundante, así “a partir de 1994 se modifican sus relaciones con los músicos, con el negocio de la música y con las personas que lo rodean (familia, mánagers, etc)”. La segunda parte retoma donde queda. Empieza en el Ópera de 1994 para presentar La hija de la lágrima, dando inicio a la etapa Say No More y culmina en su regreso tras la última internación en Luján, en 2009. Libracos grandes para acompañar con los correspondientes archivos en las plataformas de videos.

#4: Charly
Rocca-Cherniavsky (Novecento, 2000)
Una imagen vale más que mil palabras, dicen. En el prólogo, escrito por el propio Charly, dice adherir a la idea de los indios respecto a que las fotos te roban un poco el alma (a esta altura, nuestro héroe andaría desalmado), pero a la vez reconoce el vínculo particular que debe darse entre fotógrafx y modelo para lograr el efecto artístico deseado. También afirma allí que “un álbum de fotos es siempre más o menos lindo de ver, sobre todo cuando hace mucho que no lo ves. De repente mirás las fotos en conjunto o de pronto uno se mete en una y… ¡wow!…”. De esas, este libro está lleno y son preciosas. Es un recorrido visual de García, una forma diferente de leerlo, a través de la mirada (la nuestra y la curada por la dupla Rocca-Cherniavsky).

#3: Hay cosas peores que estar solo
Federico Anzardi (Gourmet Musical Ediciones, 2021)
Si bien este no es un libro que se centre en García sino en el que es, tal vez, su discípulo mayor y defensor más acérrimo, Páez, marca un aspecto importantísimo de Charly, de su personalidad e integridad. ¿Qué hizo y dónde estuvo García cuando sucede el asesinato de las tías de Fito? ¿Por qué Páez lo defiende y ama tanto? Una hermosa lección de amor y amistad. Cuando Fito lo taggea como chamán de nuestra tribu, le asigna así poderes sobrenaturales para adivinar o sanar a los enfermos. ¿Acaso no sanó a Fito en aquel momento con su presencia? Sus canciones, ¿no tienen el poder de sanar las heridas de un pueblo y su Historia? ¿acaso no han sabido adelantarse –o adivinar (¿)- lo que el futuro devendría luego sobre un montón de cambios sociales?

#2: No bombardeen Barrio Norte
Martín Zariello (La Edad de Oro, 2016)
Un ensayo semiótico y sonoro del primer disco solista de Charly. “¿Qué clase de sensibilidad posee ese extraordinario artista conocido como Charly García para lograr semejante impacto a través de la banda de sonido de una película y un longplay pop-rock de ocho canciones?”. Se trata de un libro atravesado por la mirada de fan pero refrendado a la vez por la investigación sobre el artista en sus declaraciones públicas. Su interpretación atraviesa el estado de cosas del mundo en aquel momento; define y denota los gustos estilísticos de época de García, así como esa capacidad de antena y síntesis para explicar el alrededor y recodificarlo en términos propios.

#1: No digas nada
Sergio Marchi (Sudamericana, 1997/ Debolsillo, 2007)
Hay libros de entrevistas anteriores, notas en diarios y revistas, programas de televisión, pero este libro al decir del propio Marchi “no pretende ser una biografía; su ambición es mucho más modesta: narrar una serie de sucesos transcurridos en distintos tiempos y lugares que tienen en común la impronta genial que genera Charly a su paso.”. Sin dudas, mi libro de cabecera en el universo García; tanto la edición original como la aumentada abarcan en conjunto una década al lado del astro cumpliendo todos los roles posibles (otra vez el polifacetismo): confidente, plomo, baterista, mánager circunstancial, amigo. Una década signada por ese pasaje del metodismo al saynomorismo, de los suplementos culturales a la sección policiales, de la sucesión democrática con sus fallidos y todo, hasta de las reuniones con sus bandas, y de los discos que fueron y los que no también.
En términos borgeanos, dice Zariello que cada una de los eventos en la vida de Charly “todo forma parte de un aleph en el que una cosa no existe sin la otra”. El aleph de Borges es espejo y centro de todas las cosas, en el cual todo confluye y se refleja, a la vez y sin sobreposición. Como el propio Charly, ¿o no? A su vez, Marchi dice que “nadie está autorizado a ser juez de otro, aunque a menudo juzgue los acontecimientos desde mi propia perspectiva, cayendo en una contradicción tan evidente como inevitable.” La inevitable aproximación al fenómeno desde la subjetividad del sujeto y sus condiciones de conocimiento de la teoría kantiana. La parcialidad de contar los hechos puesta tal o cual camiseta. Como Marchi y todxs estxs autorxs, en nuestros casos, que leemos y sobre todo oímos a Charly García, el todo, desde la del afecto.



